
Es la primera vez que utilizo la panificadora para hacer un bizcocho, no me llamaba la atención porque pensaba que quedarían compactos ya que los ingredientes son mezclados y no batidos. Estaba totalmente equivocada y debo agradecerle a Ariela que me haya descubierto esta nueva utilidad de la maquinita. Desde que vi su receta en La caja de las delicias estaba deseando probarla y... tachán! Me ha quedado un bizcocho súper esponjoso, siento que no se pueda apreciar en las fotos, pero las hice de noche y al día siguiente no quedaba material al que hacerle fotos con luz diurna. Debo deciros que, cuando finalizó el programa de amasado, no daba un duro por que aquella masa cuajara durante el horneado, me parecía demasiado líquida, así que me pasé medio horneado mirando por la ventana de la maquinita a ver qué pasaba allí dentro y no salía de mi asombro al ver que no sólo cuajaba sino que también crecía. Os dejo una foto completa al final de la receta. Ah! La medida utilizada es el vaso de las natillas.
Ingredientes:
- 3 vasos y medio de harina de repostería.
- 3 huevos.
- 3 cucharadas de cacao en polvo.
- 1 natilla de chocolate.
- 2 vasos de azúcar.
- 1 vaso de aceite de girasol.
- 1 pack de gasificante (sobre blanco y morado).
Elaboración:
- Colocar en la cubeta de la panificadora en el siguiente orden: natillas, aceite, azúcar, harina, cacao, huevos y gasificante.
- Activar el programa de amasado.
- Cuando termine, activar el programa de horneado con tueste medio.
- Poner la cubeta encima de una rejilla y desmoldar cuando haya perdido temperatura.
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Resultado final |